Dios nos dejó la tabla con los mandamientos, pero nos dio lo más valioso que puede tener el ser humano: la LIBERTAD.
Somos libres de vivir honestamente, con dignidad y en una sana convivencia con el prójimo.
Se dictan leyes en procura de regular esa convivencia y se designan jueces para juzgar a los que se presume que infringen esas normas.
Esos jueces también son seres humanos que haciendo uso de la libertad que nos regaló el Supremo, pueden ejercer el cargo con ejemplar imparcialidad o venderse por treinta denarios.
Y otros que, habiendo militado en bandas terroristas, trepando a la “justicia”, ejercieron el cargo para vengarse de quienes salvaron a la Patria de caer bajo una dictadura Castro comunista, como la doctora María Alicia Noli.
Son muchos los jueces y fiscales sospechados de corrupción, quizás es más emblemático haya sido Norberto Mario Oyarbide (perinola con suerte, “toma todo”. Tomaba todas las causas que involucraban a los Kirchner).
Norberto Mario Oyarbide
Patricio Serjal, Walter Bento, Raül Reynoso, Carlos Soto Dávila, Marcelo Bailaque, son una pequeña muestra de funcionarios judiciales sospechados de corruptos.
No es casualidad que a personas afortunadas (con mucha fortuna y/o cargo político) se les demora el dictado de prisión preventiva o se les apresura el otorgamiento de la prisión domiciliaria.
A Elías Piccirillo el Juez Sebastián Casanello le dictó la prisión preventiva imputado de secuestro coactivo, transporte de estupefacientes agravado, encubrimiento agravado y portación ilegal de arma.
Ahora los camaristas Martín Irurzun y Roberto Boico (este último fue abogado defensor de Cristina Kirchner y militante de “justicia legítima”) graciosamente le concedieron la prisión domiciliaria al afortunado Elías Piccirillo, “el rey del dólar blue”.
El afortunado Piccirillo pasó de Florencio Varela a un piso en Avenida Libertador, y pese a tener menos de 40 años y no padecer ninguna enfermedad grave tiene la fortuna de gozar del beneficio de prisión domiciliaria.
"Cosas tenedes, Cid, que faran fablar las piedras"
Al que le quepa el sayo, que se lo oponga.
Orlando Agustín Gauna



No hay comentarios:
Publicar un comentario