sábado, 30 de octubre de 2010

Causa Margarita Belén:Testigo: Arquitecto Miguel López

A mi me contaron
que le contaron
que le contaron
que le contaron
que pasö…

28/10/10

Ayer murió Néstor Kirchner, punto inicial de una nueva Argentina que comenzará a asomarse. A las 8:30 hs, que fuera fijada para iniciar el debate, estaban los imputados, sus guardias del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y unas 20 jóvenes, al parecer desocupadas, que aprovechadas de su necesidad, minutos antes un puntero de mediana edad con aspecto de “fiolo” pasara lista en la puerta, amenazando que la ausente no cobrará. Momentos después estaban sentadas en el lugar asignado a los querellantes y su familia. Estas personas, supuestamente forman parte de la sociedad que quiere saber y evitar la impunidad.

Espaciosamente fueron llegando y poblando el salón el público habitual al evento. La nota de color la dieron los querellantes y los integrantes del Ministerio Público Fiscal, todos vestidos de oscuro ostentando, a modo de condecoración, un crespón negro, parecían una “familia” al estilo Don Croleone, con caras de fingido dolor. La verdad que este Estado generoso, con tantos puestos inventados, en algún momento tenderá a desaparecer. Así se comprende este estilo de “lloronas” propias del siglo XIX, en el día de hoy.

Antes de la entrada, los imputados fueron advertidos por el prosecretario, que la fiscalía y la querella pedirán a la Presidente del Tribunal un minuto de silencio por el Diputado Nacional fallecido. Los imputados se retiraron del salón a modo de no avalar con su presencia las muestras de respeto inmerecidas.

Al entrar al Tribunal, sin los imputados presentes, la querella pide lo preanunciado y con disimulado desagrado de la Presidente accedió.

Terminadas las formas de rigor, entraron los imputados y ocuparon su lugar habitual. La secretaria le informa al Tribunal la presencia en la sala de un solo testigo para la fecha, el arquitecto Miguel López.

Detenido en los años 70, según su decir por tener un pensamiento socialista, su declaración pareció intrascendente, aunque no ausente de falacias.

En relación a la causa, afirma que vio llegar a fin de la tarde del 12/12/76 un contingente de 10 personas entre detenidos y guardias, a la Alcaldía, con la particularidad que no estaban esposados.

Más tarde llevados al comedor, escucha golpes que se suceden hasta la medianoche. Que se encontraba aterrorizado, pero que no vio y no escuchó la hora de la salida de los trasladados.

Afirma que determinados subversivos estaban en la alcaldía cuando está probado que nunca estuvieron en la misma.

Llama la atención que no escuchara la partida de vehículos que adujo escuchar arribar. Además sus descripciones de la ubicación de los salones, del comedor, de la entrada y la planta baja donde estaban los detenidos subversivos no coinciden con la realidad.

Unas mas de los testigos, “más o menos”, o de oídas según la expresión de la Cámara Federal de Apelaciones de la Capital Federal en la causa 13/84.

Julián Rolian


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