Son innumerables los robos que con mayor o menor violencia, se cometen a diario en la Ciudad de Santa Fe. Todos estamos expuestos y temerosos, por nosotros mismos y por nuestros seres queridos. Pero los pañuelos blancos y los trapos rojos no se ven reclamando justicia. Sus portadores quisieran gritar ¡NO A LA REPRESIÓN! Pero esa expresión resultaría demasiada antipática en estos momentos. Entonces se llaman a silencio.
Y la clase política, responsable de brindar seguridad y culpable de la inseguridad...
¿Qué hace?
Orlando Agustín Gauna
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